Reforzamiento y castigo

El reforzamiento tiene como objetivo que algo suceda y el castigo, por otro lado, que algo deje de suceder. Utilizas el reforzamiento si quieres que el perro aprenda algún comando o deporte y el castigo, aplicado de la forma apropiada, si el perro ladra, salta o se porta mal. Al igual que existen dos tipos de castigo, también existen dos tipos de reforzamiento:


 Reforzamiento positivo
 
En el reforzamiento positivo se premia una conducta al añadir algo agradable justo después de que suceda la conducta. A esto yo le llamo recompensa. Definitivamente es el método más eficaz para lograr que una mascota, o incluso una persona, te brinde la conducta que deseas. Un ejemplo muy simple es trabajar. Trabajas y te pagan. Si te dejan de pagar dejas de trabajar seguramente. La conducta es el trabajo y el dinero que ganas es el reforzador. Para que la conducta siga ocurriendo te tendrán que seguir pagando. Es así de fácil. En el caso de los perros y otros animales, hay que reforzar justo en el momento de la conducta o resulta demasiado tarde. Es importante tomar en cuenta que un reforzador positivo lo que hace es aumentar las probabilidades de que una conducta siga ocurriendo o deje de ocurrir, por lo que si refuerzas una conducta desagradable, esa conducta seguirá ocurriendo también. Por ejemplo, si juegas con tu perro, te ladra y sigues jugando con él, has reforzado el ladrido, por lo que seguramente hará lo mismo en el futuro. Debes ser consciente de tu propio comportamiento.

Reforzamiento negativo
 
Con el reforzamiento negativo aumentan las probabilidades de que una coducta ocurra al retirar algo que es desagradable, como lo son los collares eléctricos y de ahorque. Con los collares de ahorque, por ejemplo, si el perro tira de la correa, el collar presiona la tráquea del can para que desista. El reforzamiento negativo, una manera tradicional de adiestrar canes en el pasado, utiliza métodos que no son necesarios y que pueden resultar muy crueles. El reforzamiento no se debe confundir con el castigo. En el castigo se agrega o se retira algo para aumentar las probabilidades de que una conducta deje de ocurrir, lo opuesto del reforzamiento.