Imagina un mundo de oscuridad y luz
repentina, un mundo en el que puedes moverte no sólo un lado a otro,
sino de arriba a abajo, un mundo sin fondo sino una parte superior a la
que periódicamente debes elevarte. Luego imagina un mundo en el que la
audición te dice tanto acerca de dónde estás y lo que te rodea como tus
ojos lo hacen.
Este es el mundo en que vive un delfín. Aunque los delfines tienen los mismos sentidos nuestros, vista, olfato, gusto, tacto y sonido, no funcionan de la misma manera. Tienen un sentido adicional que es la ecolocalización y también se ha postulado que pueden orientarse
hacia los campos magnéticos.
La visión de los delfines
Los delfines tienen buena visión, son capaces de ver un pez en la mano de un entrenador lo suficientemente bien como para arrebatarlo de la mano sin dañar al hombre. Tienen la visión binocular, hasta cierto punto, como un ser humano
y no tienen gran visión para los colores, puede compararse con la
visión de una persona que no pueda distinguirlos. ¿Y por qué lo
necesitan, si viven la mayor parte de su vida bajo el agua?
Algunos comportamientos de los delfines asociados con su visión, indican una alta especialización de los dos lados del cerebro, lo cual se asocia con la inteligencia. Por ejemplo, los delfines suelen nadar en sentido contrario en los tanques y cuando se le presenta un estímulo visual nuevo, como nuevas personas, tienden a mirar con su ojo derecho.
Audición de los delfines y ecolocalización
Más importante que la visión, es la audición de los delfines.
Se ha observado que con los ojos vendados no tienen problemas para localizar sorprendentemente pequeños objetos en sus depósitos mediante el uso de la ecolocalización.
Los barcos balleneros han sabido durante mucho tiempo lo sensible que
puede ser la audición de los cetáceos. Siempre van tan silenciosos como
sea posible porque cualquier sonido en el agua podría llevar a la
pérdida de sus capturas. Los delfines no son diferentes de las ballenas
en este sentido. La técnica de ecolocalización les permite escuchar los
sonidos rebotados de pequeños objetos tan lejanos como hasta 120 metros
de distancia.
El ¨mellon¨ de un delfín, que es el gran bulto hacia afuera en la
frente, centra los sonidos de ecolocalización y tiene mucho que ver con
la recogida de los sonidos que rebotan. Su capacidad de escuchar es una
de las mejores en el mundo de los mamíferos.
Otros sentidos del delfin
Los delfines son muy sensoriales, buscan contacto con otros delfines, así como con los seres humanos. Su información sensorial primaria proviene del sonido.
Es posible que los delfines también puedan detectar los campos
magnéticos de la tierra, lo que puede usarse para la navegación, aunque
esta es un área poco investiga
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