¿Qué es un perro equilibrado?
Para mi es uno que está cómodo en su piel. Es un perro que se lleva bien con otros perros y con las personas, que entiende las pautas y las rutinas de su vida, pero que además está abierto a nuevas experiencias y no se ve perjudicado por problemas de comportamiento,
como el miedo, la ansiedad o la obsesión.
Las claves para lograrlo
1. Cuando introduzcas un perro en tu vida no pienses sólo en lo que querés de él. Pensá antes en lo que tenés que darle a ese perro para que sea feliz con vos. Empezá por pensar que tu perro es primero un animal, segundo un perro, tercero una raza y cuarto un nombre, y satisfacé sus necesidades en ese mismo orden. La experiencia me dice que, una vez que hayas satisfecho las necesidades de tu perro, este querrá automáticamente satisfacer las tuyas.
2. Por supuesto, querés tener un perro para amarlo, pero el amor no es lo primero ni lo único que necesita un perro para ser feliz. Al igual que la gran mayoría de las personas, el amor no basta por sí solo. Seguí mi fórmula en tres pasos: primero ejercicio, segundo disciplina (reglas, fronteras y límites: ¡adiestramiento incluido!) y tercero cariño. En ese orden.
3. Ejercicio: el ejercicio significa al menos un (y mejor si son dos) largo paseo cada día de cuarenta y cinco minutos o más (¡mínimo, treinta minutos!), dependiendo de la raza, el tamaño, el nivel de energía y la edad del perro. Dejar que tu perro corra por el jardín no sirve. Por ejercicio, me refiero a un paseo estructurado con vos a su lado. Esto satisface la necesidad de tu perro de trabajar para ganarse la comida y el agua, de acuerdo con su manada. Además es la herramienta más poderosa de que dispone para crear una conexión profunda y signicativa con tu perro y, sobre todo, ¡es gratis!
4. Disciplina: el perro aprendió de su madre reglas, fronteras y límites desde el mismo
momento en que empezó a respirar. Las reglas no molestan a los perros: las necesitan. Tu trabajo como propietaria de un perro consiste en ser clara y sencilla en cuanto a dichas reglas: ¡y en ser siempre coherente con ellas! Para cualquier perro equilibrado es importante conocer los parámetros de su mundo y qué lugar ocupa en su manada.
5. Cariño: el cariño no tiene por qué ser una caricia, ni tiene por qué traducirse en una golosina. En primer lugar es la relación de confianza y respeto entre la persona y el perro. Una persona sin brazos puede tener una relación de cariño con su perro aunque no pueda acariciarlo. Lo bonito de los perros es que, cuando los tratás con honor y respeto, te lo devuelven multiplicado por mil. El perro es quizás el ser más generoso y justo del planeta. Por otro lado, mostrarle cariño, del modo que sea —jugando con él, dándole una golosina y, por supuesto, acariciándolo o dándole un masaje—, es muy bueno e incluso terapéutico para vos y para el perro.
Refrán:cuanto mas conosco a las personas mas quiero a mi perro,cierto
ResponderEliminarpues siiiiiii porque el perro es fiel y eso no todas las personas lo tienen...pero si creo q cuando se tiene un perro hay q dedicarle su tiempo y atencion
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